
Población importante del entorno en la que destaca el Puente Romano sobre el río Tajo. En Alcántara se fundó la Orden Militar del mismo nombre que reunió en su seno buena parte de Extremadura entre los siglos XVIII y XIX.
Albalá, como su mismo nombre indica, está en la vía romana de Aldeavieja de Tormes pertenece a la comarca de Salvatierra que comprende, en líneas generales, las tierras situadas entre las Campiñas de Tierra de Alba, la Sierra de Béjar y el Alto Alagón. Es una comarca de transición entre las penillanuras del El Puerto del Calatraveño, insignia y emblema de la zona, marca la entrada natural al sur de Los Pedroches. Singulares paisajes ofrecen los ríos Cuzna y Guadalbarbo, en cuyas riberas anida una interesante flora y fauna perfectamente conservada. Vigilado por la Chimorra, inquebrantable testigo de un esplendoroso pasado minero, Alcaracejos aparece crucificado al paso del visitante por importantes vías de comunicación que contrastan con el granito y cal de sus calles. El día de la Romería de la Virgen de Guía, fiesta mayor en el calendario de este pueblo, la hermandad hace alarde del antiguo rito militar que aún conserva y se saborea repostería tan exquisita como los borrachuelos y obispos.Alcaracejos es el único municipio de la comarca en el que tienen cabida los cuatro paisajes fundamentales de los Pedroches. En su término municipal se alternan áreas dedicadas al cultivo de cereal, zonas de olivar, dehesas ganaderas y amplios espacios donde el monte mediterráneo primigenio se mantiene en óptimo estado de conservación, como en las elevaciones de la Chimorra (950 metros) o el Calatraveño (750 metros), lo que otorga una gran importancia a sus recursos naturales y cinegéticos.La dominación árabe también ha dejado como huella un importante conjunto de molinos árabes en los cursos fluviales que descienden de las estribaciones de Sierra Morena, como el río Cuzna o el arroyo de la Gargantilla. De este conjunto de edificaciones, que se han mantenido en uso hasta hace unas décadas, destacan los llamados de Juan José y de Caballero, o el célebre molino Horadado. Los dinteles graníticos de las fachadas de las viviendas tradiciones de Alcaracejos son el rasgo más característico de unas casas de pequeñas ventanas, que en su interior se distribuyen en torno a espacios abovedados.Sus fachadas son utilizadas como decorados para la representación del Auto Sacramental de los Coloquios de la Infancia de Jesús. Junto a estas casas se encuentran ermitas como la de Magdalena o San Sebastián, que guardan los esquemas tradicionales de este tipo de edificios.
Según la creencia popular, el origen del pueblo tendría dos orígenes distintos. Uno de ellos lo haría proceder de una ”Venta del Collado”, que de una forma lingüísticamente imposible habría evolucionado hasta convertirse en ”Alcollarín”. De dicha venta que habría estado en el cruce entre el río y el camino a Guadalupe habría surgido el pueblo al irse estableciendo gente a su alrededor.
Dentro del patrimonio natural, merece la pena destacar el arroyo de Friegamuñoz, el Guadiana transfronterizo, el entorno de Moncarche y las sierras de la Cobana. En el campo de la artesanía, destaca por la fabricación de baldosas de arcilla prensada.
Esta localidad, conformada como la de mayor población de la comarca, se encuentra situada en una acusada ladera en la conjunción de las Sierras de Montánchez y San Pedro. Uno de sus principales atractivos es de carácter patrimonial, pues posee la Basílica Visigoda de ”Santa Lucía del Trampal”, obra arquitectónica del siglo VII y remodelada posteriormente en estilo gótico, en el siglo XV. Esta ermita es la más sureña de cuantas se conservan en pie en la península, y representa un testigo necesario a tener en cuenta a la hora de valorar la presencia visigoda en estas tierras. También podemos contemplar en este municipio la Iglesia Parroquial de La Asunción, de estilo gótico-renacentista (Siglo XVI-XVII). Además de destacar sus vinos, también cabe hacer mención especial a la producción de higos, situándose este municipio en el tercer productor de la región (con 300.000 kgs anuales aproximadamente), después de Almoharín y Arroyomolinos (éste último en primer lugar).
La Aldea del Cano se conoció en la antiguedad como la Venta del Cano. Merece destacar su iglesia parroquial de San Martín de Tours, patrón del pueblo; construida con mampostería y sillería a finales del siglo XV y principios del XVI. Su torre es de planta cuadrada con abundante decoración de bolas que nos marcan la procedencia portuguesa de sus canteros. Hay varios retablos barrocos y rococó pero el más importante es el retablo mayor, del siglo XVII y donde se ubica el Patrón.La ubicación de este municipio en plena Vía de la Plata, así como en la ruta de Cañadas Reales, le otorga importantes potencialidades turísticas, muy tenidas en cuenta en el futuro desarrollo económico del municipio. Prueba de este enclave son las actuaciones que se han desarrollado en el pueblo como consecuencia del tránsito de los ganados transhumantes en su camino de Monesterio a Astorga, y que forma parte de la revitalización de la transhumancia gracias a proyectos como el denominado ”Proyecto 2001”.
La leyenda popular inunda también a la localidad de Aldeacentenera a la hora de explicar sus orígenes. Se cuenta entre los habitantes, que el municipio, antes de 1812, cuando se convierte en ayuntamiento independiente de Trujillo, se situaba en El Ejido de Centenera, lugar que se abandonó debido a una plaga de termitas, hasta llegar a su ubicación actual. La localidad tuvo varios nombres hasta llegar al de Aldeacentenera. Otra de las teorías sobre los orígenes del pueblo se remontan a los colonos del marqués de Risell, que empezaron a construir sus casas cerca de la del marqués, formándose así la Aldeanueva de Centenera, que luego pasó a tener su nombre actual. De Aldeacentenera proceden importantes nombres de la conquista americana como fue Pedro Alonso, que acompañó a Pizarro en sus aventuras y terminó siendo alcalde de Cuzco hasta su muerte, o Alonso Álvarez, capitán que anduvo por el Golfo de México. De todas maneras, El Ejido, sigue siendo una zona frecuentada por los aldeanos, por contar ésta con una belleza sin parangón para los habitantes de la localidad y los visitantes, ya que es en este lugar donde existen dos pistas de despegue y aterrizaje para que quien lo desee, pueda ver la zona a vista de pájaro desde uno de los ultraligeros que se ponen a su disposición entre las actividades de ocio de la localidad.
Aldeacipreste es un municipio español perteneciente a la provincia de Salamanca y la comarca de la Sierra de Béjar, en la comunidad autónoma de Castilla y León.