
Se sitúa en el borde meridional del Partido Judicial, en un ámbito de vides y olivos, su naturaleza es estrictamente campesina, basada de modo fundamental en la producción de vino y aceite.
Seguramente de origen romano, y prueba de ello es que en la finca de Pascualete aparece una villa romana. En 1588 Felipe II ordenó que se vendieran (entre otros) este lugar de Trujillo llamado Santa Marta de Magasca, por 16.000 maravedÃes cada uno de los cincuenta vecinos, y cuatro mil ducados por legua de término. Juan de Vargas Camargo, de la chancillerÃa de Valladolid, actuó en nombre del Rey vendiendo el lugar a Alvaro de Loaisa. Asà se convirtió en villa, con su rollo que data del siglo XVI y que hoy podemos contemplar en la Plaza. En las ricas estepas que cubren su término, grandes aficionados practican la caza, al tiro sobretodo de bravÃas perdices que en el mismo municipio se crian y repuebla. Las Fiestas más destacadas son las Patronales en honor a Santa Marta, el 29 de Julio y Las Candelas el 2 de febrero.
La situación de Santa Olalla ha influido notablemente en el pasado y presente del municipio, al encontrarse en un cruce de caminos en la famosa Ruta de la Plata.
Se accede por la A-66 o por la carretera EX 390 que va de Cáceres a Torrejón el Rubio, flanqueando los riberos del Almonte y el Tamuja. Es un pueblo pequeño y sosegado.
Santibáñez de Béjar es un municipio de la comarca de la Sierra de Béjar, en la provincia de Salamanca, Castilla y León, España. En la antigüedad se llamaba Santo Iván, y al cabo de muchos años han pasado a llamarlo Santibáñez .
El municipio se sitúa en la Sierra de Francia baja, al sur de la provincia de Salamanca, a 65 km de la capital, limitando con los municipios de San Esteban de la Sierra, Valero, Garcibuey, Molinillo y Cristóbal de la Sierra. Lo atraviesan el rÃo Alagón y su afluente el Saltillo, además de numerosos arroyos, encuadrándose todo el término municipal en la cuenca hidrográfica del Tajo.
Segura de León nace a la historia cuando el Maestre de Santiago Pelay Pérez Correa concede fuero de población al concejo en 1274, segregando su terrotorio de la donación de MontemolÃn de 1248. Pero ya diversos pueblos y culturas habÃan dejado sus huellas en nuestras tierras. De época prerromana es el yacimiento de la Sierra de la Martela, en el que se localizó un poblado en la sierra de su nombre, habitado entre los siglos IV y I a. de C. El yacimiento del Sejo, las villas romanas de los Villares, la de los RegÃos o la del Torreón, cerca del Santuario del Cristo de la Reja, fueron habitados durante la época imperial, entre los siglos I y V d. de C. De la presencia visigoda tenemos como testigo el tenante altar existente en la Capilla de la Anunciación y un elemento mamóreo reaprovechado como sillar en la torre de la parroquia, lo que nos indica la posible existencia de un templo de los siglos VII y VIII en el mismo lugar en el que hoy se halla la iglesia parroquial.
El toro celta de piedra, en mitad de la plaza del pueblo, es el sÃmbolo de esta localidad. Es uno de los municipios mejor conservados, con casas sillares de piedra, empinadas callejas con rincones deliciosos y fachadas tapizadas de flores. Todo el pueblo es un mirador natural del valle, con vistas impresionantes, ya que se encuentra situada en la ladera de una de las abruptas vertientes occidentales del macizo montañoso de Tras la Sierra.