
Situada en pleno corazón de las tierras más fértiles del Partido Judicial, constituye el centro neurálgico de la Tierra de Barros. En la actualidad la ciudad presenta un acusado desarrollo, ofreciendo, sin pérdida de su carácter de centro eminentemente agrícola, el perfil de una urbe moderna en la que, a partir de la secular actividad campesina relacionada con la producción de vino y aceite, se ha desarrollado una industria de notable pujanza.
Almoharín está situada al abrigo de la Sierra de San Cristóbal. Su término municipal está bañado por el río Búrdalo, y por el sur discurre el Canal de Orellana lo que ha posibilitado la puesta en marcha del riego para una parte importante de su superficie agrícola. Su topografía es llana salvo en la zona noroccidental. Su formación vegetal está determinada por la encina, el alcornoque, la jara, el romero y la retama.La agricultura y la ganadería se convierten en el sector económico primordial al aglutinar a más del 60% de la población activa de la localidad. La agricultura de Almoharín está caracterizada por el cultivo del higo, producto estrella de la localidad, cuyo renombre va más allá de las fronteras regionales y nacionales. También destacan los cultivos herbáceos y el olivar. Por su parte, el sector servicios ocupa, aproximadamente, al 19% de la población, la industria al 8% y la construcción al 7% del total.La ermita de Nuestra Señora de Sopetrán y la iglesia del Salvador, de estilos diversos, son las construcciones más destacadas de Almoharín. De su contenido mueble sobresale el retablo mayor, de estilo barroco.
Orígenes: Los primeros testimonios se remontan a la Edad de Bronce. Muy abundantes y de gran interés son los restos encontrados de época romana y de época visigoda.
Antigua noria árabe; cuajada de cruces que florecen cada mes de mayo en el que Añora es toda una explosión de júbilo y demostración de la más arraigada cultura popular; cimentada en el primor con el que los habitantes visten sus tradicionales cruces entre los sonidos de los ”mayos” y la jota noriega.Calles casi enteras aún conservan lo más característico de la arquitectura popular: fachadas de sillares graníticos remarcados por blancas tiras.Destacan la Parroquia de San Sebastián y la Ermita de San Pedro junto a las delicias gastronómicas elaboradas en las matanzas que arrancan por San Martín, las albóndigas noriegas en Carnaval y el típico turrón de Añora.La primera mención escrita de Añora corresponde al año 1477, justo cuando este pueblo empieza a experimentar un crecimiento demográfico importante. Díez años después, en torno a 1487, se tiene noticia de los pleitos mantenidos con los vecinos de Torremilano (Dos Torres) para conseguir su independencia. Una batalla jurídica que duraría varias décadas hasta que finalmente obtuvo el título de villa el 27 de mayo de 1553, cuando contaba con 160 vecinos.Como el resto de las Siete Villas de los Pedroches fue vendida al Marqués de El Carpio en 1660, permaneciendo ligada a esta familia nobiliaria hasta 1747. El vocablo Añora, procede del término árabe ”naura” (noria), lo que hace alusión a una serie de huertas que existían en la zona y que se encuentran en el origen de este pueblo.
Orígenes. Hay restos arqueológicos en la Cueva de la Mora, aldea de La Umbría.
Aroche es un característico pueblo de la serranía onubense. Se encuentra enclavado en las últimas estribaciones de Sierra Morena, y representa para cualquier visitante un lugar reconfortante y atractivo. Aroche es uno de los pueblos con mayor patrimonio histórico de la provincia de Huelva, además de encontrarse dentro del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Dentro de su término se ubican además, dos Parajes Naturales: Las Peñas y Sierra Pelada y Rivera del Aserrador. Se localizan en Aroche especies animales y vegetales de indiscutible valor ecológico, como son el buitre negro, la cigüeña negra y algunas variedades de orquídeas.
Arroyo de la Luz es un municipio de la provincia de Cáceres (España), situado en la penillanura extremeña. Sus dos ríos, el Casillas y el Pontones son afluentes del Salor.Localidad que ya era conocida en el s.XVI por su cerámica -cántaros, búcaros, botijos, pucheros, hornillos- que ha prevalecido hasta la actualidad.
La vida de esta localidad ha estado desde la antigüedad en más de quince piedras que se movían sin cesar en la llamada Garganta de los Molinos, algunas de tiempos romanos. Estos molinos, integrados plenamente en el paísaje, suponen una atractiva ruta de senderimo a lo largo del arroyo del mismo nombre, acompañado de indudables valores patrimoniales, ambientales y paisajísticos, que el visitante no debe obviar en los recorridos a pié que ofrece la Sierra de Montánchez.Arroyomolinos, en estos parajes, vivió en 1811 la derrota de las tropas napoleónicas del general Girard por el general inglés Hill. Su iglesia parroquial está dedicada a Nuestra Señora de la Consolación, en la que reluce una hermosa portada plateresca. Como curiosidad, en esta iglesia está la Virgen de la Leche, de la que se dice que cuando amamanta al niño tocan sus instrumentos dos querubines.También contamos en esta población con la Ermita de San Sebastián, de estilo renacentista (siglo XVI). Merece la pena destacar un recinto fortificado de la Edad del Bronce denominado ”Morra del Pajar”; que aunque se encuentra aún sin excavar, aparecen algunos restos en la superficie.En cuanto a festejos populares, vecinos y visitantes disfrutan de los que son ofrecidos a sus patronos: El 15 de Agosto en honor de Nuestra Señora de La Consolación, y el Domingo siguiente al 20 de Enero en honor a San Sebastián.